miércoles, 6 de marzo de 2019









                            Imagen: Matthew Reyes (Gizmodo)
 

¿Quién necesita un teléfono plegable?

Es una señal de lo estático que se había tornado el paisaje de los Smartphone que los teléfonos plegables, dotados con pantallas flexibles, hayan causado la sensación que generaron durante el último mes. Después de años acostumbrados a lanzamientos que repetían básicamente las mismas formas y funciones, los interesados en el tema –expertos, reporteros, analistas y usuarios– le dieron la bienvenida a un refrescante aire de novedad en los lanzamientos de Samsung, Huawei y otros fabricantes.

Pero ‘nuevo’ no necesariamente quiere decir ‘mejor’, aunque en este caso, por lo visto, sí quiere decir ‘más caro’. El Galaxy Fold, el plegable de Samsung, tendrá, según se anunció, un precio que comienza en 1.980 dólares. En medio de rumores de que Huawei mostraría un modelo más barato en Barcelona, los asistentes al Mobile World Congress (MWC) se encontraron con una flexible belleza... de 2.600 dólares.

En plata blanca, eso quiere decir que no hay razón para esperar que, si llegan a Colombia, estos modelos se vendan en el país por menos de siete o hasta ocho millones de pesos.

Los fabricantes, por supuesto, saben que se trata de dispositivos carísimos, y no están apostando por ventas récord. En su lugar, parecen buscar reproducir el éxito que en su momento prometía el iPhone X, que vendió menos unidades luego de su lanzamiento en 2017, pero produjo más ganancias por su, por ese entonces, inusual precio de más de 1.000 dólares. La felicidad, sin embargo, duró poco, cuando las cifras de ventas mostraron que si bien es posible hallar un comprador interesado en pagar 1.000 dólares por un teléfono, es menos probable que quiera cambiarlo al año de haberlo adquirido.

Es probable que la novedad y el cool factor demuestren ser fuertes motivadores de la compra de uno de estos teléfonos. Pero, más allá de la flexibilidad de sus pantallas, sus características están a la par con los flag-ships actuales de sus fabricantes.Samsung equipó el Galaxy Fold con un chipset de procesador de última generación y 12 GB de RAM, con lo que lo propone como una alternativa competitiva para los computadores portátiles. A eso agregó un sistema con dos baterías diseñado para ofrecer más rendimiento en el día a día que sus rivales. Por su parte, Huawei hizo del Mate X un terminal 5G, provisto de un chipset de módem multimodo de 7 nm Balong 5000 y una batería de 4.500 mAh compatible con carga inalámbrica.

Ahí podría estar la clave: si estos teléfonos logran seducir a los usuarios y hacerles creer que de verdad representan una alternativa, no solo a su actual Smartphone sino a su tableta, e incluso a su computador, los precios podrían lucir menos abultados. O más competitivos si se quiere.
Solo cuando usuarios reales tengan en sus manos terminales reales en condiciones reales sabremos si ese es el caso.
Quedan razonables dudas en cuanto a aspectos tales como el peso, la resistencia de los materiales y la fluidez de los cambios entre el modo Smartphone y el modo tableta, pero también quedan las previsibles mejoras en materia de software y, con cada nueva versión, también de hardware.

Los teléfonos flexibles están aquí, y ya Lenovo, Xiaomi, ZTE y Nubia han mostrado su interés. Incluso, Apple patentó un modelo, que nadie espera ver antes de uno o dos años.

Los usuarios, con sus billeteras (con más probabilidad, sus tarjetas de crédito), tendrán la última palabra.

WILSON VEGA
EDITOR DE TECNOLOGÍA
En Twitter: @Wilson Vega

martes, 13 de marzo de 2018

la crónica

¿Qué es la crónica?

La crónica es la narración histórica, generalmente escrita, que recoge los hechos en el orden cronológico en el que sucedieron.


El término crónica tiene su origen en el latín chronica, cuyo antecedente etimológico se haya en el concepto griego kronika biblios. El término hace referencia a un relato que narra acontecimientos según su organización cronológica.


Por ejemplo: “Cuando leí por primera vez las crónicas de Marco Polo, quedé fascinado”, “El diario El Vespertino publicó una interesante crónica sobre el partido de ayer”, “Las crónicas de la cumbre señalan que el mandatario uruguayo se retiró ofuscado”.


La crónica es un género al que es un tanto complicado definir, sin embargo podríamos afirmar que existen dos tipos de crónica: la periodística y otra literaria. Ambas se caracterizan por relatar sucesos que han sucedido, en el orden en que lo han hecho. En la primera hay algo que es innegociable, el que no debe contener ni un gramo de fantasía. En la segunda puede darse el lujo de incluir la ficción. En ambos casos quien se encarga de recopilar y narrar hechos se conoce como cronista. En este sentido, los cronistas de Indias eran los autores que, tras la llegada europea a América, se dedicaron a describir las costumbres de los aborígenes que habitaban en el suelo americano.


Algunos autores intentan explicar lo antes descrito de este modo. La crónica como nota periodística, es publicada en diferentes medios (diarios, revistas, televisión o radio) y toca temas de la actualidad; mientras que cuando se trata de un texto encasillado dentro del género literario, narra situaciones reales o ficticias de acuerdo al orden en el que acontecieron real o imaginariamente, apoyándose en testimonios de testigos reales o ficticios.


Crónica periodística y género literario

Es el estilo periodístico más abundante en diarios y medios periodísticos cuyas particularidades están relacionadas con el brindar información de forma clara y sin tener que utilizar recursos expresivos o de la ficción para hacerlo. Se trata de un tipo de redacción directa, donde se dejan a un lado los aspectos emocionales de las partes y donde el eje gira en torno a los sucesos que se desea mencionar. Existen de todos modos, muchas contradicciones en cuanto a las características que los autores opinan debe tener un texto, de hecho hay opiniones altamente contradictorias que no aclaran en nada la idea de las bases de este género. Por poner un ejemplo, mientras algunos consideran que la crónica es el género periodístico que más informa, otros observan que se trata del más opinativo o editorializante.

José Luis Martínez Albertos la define como un género híbrido que se encuentra en el medio, entre los informativos y los textos editorializantes. Posiblemente esta sea la definición que más se acerque al significado real del término. Al tratarse de una narración directa sobre una noticia pero con ciertos elementos de valoración que son los que le dan un carácter más literario, comprometido y también menos cerca de la información como la entendemos.

Como cualquier otro género, la crónica es un modo de interesar a un determinado público de un discurso, en este caso periodístico; donde los textos deben reunir una determinada cantidad de condiciones que permitan que tenga forma y que consiga los resultados que de él se esperan.

Es importante tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales: el contenido (el hecho que se narra), la forma (el enfoque que se le da al tema), el tono (la manera en la que el periodista se dirige a los lectores) y el efecto (los resultados que esperan obtenerse con ese escrito).

tipos de crónicas

Hay varios tipos de crónicas, de acuerdo al tipo de enfoque que tengan y a los intereses del propio autor. Pueden ser:


*De interés humano: Desde un enfoque humanista, se intenta motivar ciertas emociones en el lector a partir de hechos donde personas se interesan por personas; suele encontrarse en temas de interés social, sobre todo catástrofes o acontecimientos dramáticos relacionados con la vida en sociedad.



*De interés social: Su enfoque es íntimamente social; suele utilizarse para tocar temas como los reclamos sociales, generalmente oponiéndose al sistema y abriendo una brecha imparable entre poder y pueblo.


Además, existen otro tipo de crónicas que se relacionan íntimamente con un tema en particular, por ejemplo la crónica deportiva (muestra sucesos del deporte sin involucrarse con otros aspectos de la vida en sociedad), la crónica judicial (analiza los hechos desde el punto de vista de las leyes), etc.


Como género literario, la crónica puede servir a ciertos autores con una estructura clara para contar una historia ficticia que roza la realidad. Existen muchos escritores que han cultivado el género, algunos de forma asombrosa y que han permitido que se asienten las bases de este tipo de texto literario. Un ejemplo es la obra de Gabriel García Márquez (importante referente del realismo mágico latinoamericano) “Crónica de una muerte anunciada”.
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De todas formas, es necesario aclarar que no es un género estricto y definido, sino que va cambiando a medida que lo hacen los tiempos.


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